Sunday, June 19, 2016

Entrevista de Kristen con la Revista Yo Dona (España)


Kisten Stewart (Los Ángeles, 1990) ha sido carne de tabloide durante demasiado tiempo, tanto como hace de la fecha del anuncio de su fichaje como protagonista de la saga 'Crepúsculo', en noviembre de 2007. Desde su vinculación a esta serie taquillera, su vida sentimental -últimamente pasea de la mano de su novia- y sus gustos estéticos han sufrido el acoso de la prensa. Y ya va para nueve años. Se la ha calificado de tímida en los medios más condescendientes, y de hermética y arisca en los inquisitivos, pero ella se ha defendido en términos muy razonables: "Cualquiera que pueda percibirme como cautelosa será generalmente en el contexto de una entrevista fugaz y superficial, que no significa nada para mí. Pero en realidad, me muero todo el tiempo por revelarme como actriz y como persona, por ponerme al descubierto". Durante su promoción en el Festival de Cannes del tortuoso drama 'Personal Shopper', hizo honor a sus palabras con un despliegue de franqueza y elocuencia. Cuando dispone de tiempo para explayarse y las preguntas no arremeten contra su vida privada, la actriz, de 27 años, no brinda respuestas monosilábicas ni esquivas, sino que hace un alto para reflexionar cada contestación.

Ahora que has interpretado a una 'personal shopper', ¿ha cambiado tu punto de vista sobre este oficio tan habitual en tu círculo?
Kristen: Sé cómo es el trabajo de los estilistas. Un buen profesional de esta área es aquel que te conoce a la perfección y sabe subrayar tu personalidad, darle solidez y hacerte sentir bien. He trabajado con la misma estilista (Tara Swennen) desde que tenía 12 años. Quizá suene frívolo y a cliché, pero me encanta la colaboración que mantenemos. No hay nada de malo en ello, me divierto. Los actores no podemos rastrear las mejores prendas, no disponemos de ese tiempo.

¿En qué criterio te basas para tus estilismos en la alfombra roja?
Kristen: El atuendo que elijo suele tener que ver con las películas, es como una lectura de los personajes, una continuación de la historia, una nota a pie de página. Para el estreno en el Festival de Cannes de 'Personal Shopper', por ejemplo, iba toda de blanco porque quería sentirme pura, joven y expuesta. Normalmente no visto con ropa muy recargada, pero con lo oscura que es esta película quería aportar algo de inocencia y subrayar que estábamos bien, que en realidad nos deja contentos el resultado.De hecho, el rodaje coincidió con los atentados yihadistas en París de noviembre pasado. 

¿De qué manera afectó al equipo, enteramente francés?
Kristen: Ya habíamos terminado de filmar en París y nos encontrábamos en Praga. Estábamos tomando unas copas y la gente empezó a recibir mensajes y a quedarse horrorizada. Resultó muy extraño rodar una película en esas circunstancias, pero Olivier nos reunió a todos para animarnos a continuar, y la verdad es que no sentimos que fuera una motivación egoísta, sino que debíamos a la ciudad cierta perseverancia. No quiero sonar pretenciosa, porque resultaría grotesco, pero me encanta el hecho de haber podido documentar París antes del bloqueo que sufrió tras los ataques. Ahora no seríamos capaces de rodar en el Metro ni en muchos de los rincones que filmamos, y quién sabe cuándo se podrá volver a trabajar con normalidad, así que odio decirlo, pero fuimos muy afortunados.'Personal Shopper' fue abucheada en el pase de prensa en Cannes y, sin embargo, a Olivier Assayas le supuso el premio al mejor director. 

¿Cómo afrontas las malas críticas?
Kristen: No puedes gustar a todo el mundo, pero prefiero despertar reacciones de amor-odio antes que la mediocridad de la neutralidad o la indiferencia.¿Me equivoco si afirmo que ahora te importa menos que al principio lo que la gente piense de ti?Todavía me preocupa, pero me he percatado de que la falta de control hace que la percepción del público sobre mi persona sea más real. Así que ahora, por ejemplo, cuando alguien me pregunta algo que desconozco, simplemente respondo: "No lo sé", en lugar de sentirme obligada a dar una respuesta que no tengo. Ya no siento miedo. Actualmente me esfuerzo en comunicarme mejor, es lo que implica hacerse mayor.

Hablando de comunicación, en la película tiene mucha presencia el uso del móvil, ¿qué significa ese 'gadget' en tu vida?
Kristen: Me encanta enviar mensajes, es algo muy de mi generación. La gente mayor que yo aduce que hay mucha incomunicación en esa forma de relacionarnos. Más de uno me pide: "Coge el teléfono y llámame". Y si bien esta nueva forma de lenguaje quizá no sea tan adecuada como una conversación cara a cara, tiene sus ventajas y particularidades. En mi caso, estoy obsesionada con cuidar mis mensajes, puntuarlos perfectamente y expresar específicamente lo que quiero. Me gusta tomarme el tiempo para hacerlo y es algo que no puedes permitirte si estás frente a alguien. Sin embargo, no soy una adicta, no tengo redes sociales, a excepción de una cuenta privada de Instagram.

¿Cuál es tu 'emoji' favorito?
Kristen: A ver cuál aparece primero [coge el móvil y se toma unos segundos para revisar su whatsapp]... Es el corazón roto, lo uso cada vez que me apeno, pero sobre todo, siempre que adoro algo.

'Personal Shopper' representa su segunda colaboración con el director francés Olivier Assayas. Por la primera, 'Viaje a Sils Maria', consiguió un hito en la historia de la cinematografía gala al convertirse en la primera actriz extranjera merecedora del premio César. La reválida ha tenido el plus de erigirla en musa. Assayas escribió el guión de 'Personal Shopper' con Kristen en mente, inspirado en su forma de hablar y de comportarse. En el filme encarna a Maureen, una estadounidense que se afinca en París tras la muerte de su hermano gemelo. El papel es de una gran intensidad y exigió la presencia de la actriz en prácticamente todos los planos de la película. Para evitar que esta inmersión en la oscuridad afectara a su siguiente trabajo, el del triángulo amoroso de la comedia romántica de Woody Allen 'Café Society', que llega a las pantallas españolas el 26 de agosto, la intérprete le pidió al director que retrasara el rodaje y así hacer en primer lugar el más ligero. Si se hubiera mantenido el orden inicial, Stewart habría sido incapaz de insuflar alegría y lustre al personaje escrito por Allen, pues afirma que no ha habido película que la haya dejado tan exhausta y delgada como 'Personal Shopper'. De hecho, declaró que el primer pensamiento que cruzó su mente tras visionar el filme por primera vez fue: "Tía, necesitas una cheeseburger".

¿Por qué resultó tan duro ese rodaje?
Kristen: La película es implacable. Me hizo recrear la ansiedad debilitadora que sufrí a los 17 años. A esa edad padecí mi primera dosis de pensamientos existenciales y empecé a aislarme, pero luego aprendí a encontrar un equilibrio, a hallar la alegría en las distracciones, porque nunca vas a ser capaz de responder a la pregunta de hacia dónde vamos. La mente me pedía darle 'fast forward' al personaje de Maureen, porque aunque hay gente que sufre esta pesadumbre durante años, se vislumbra una luz al final del túnel y sé por experiencia que es algo muy temporal. Hay que enfocarse en otras cosas y no dejar que esa ansiedad te paralice. Es duro, puedo identificarme, y aunque a veces piensas que no, en realidad hay una salida.Has atravesado una gran cantidad de situaciones desagradables. 

¿Cómo desconectas?
Kristen: Mucha gente me ha sugerido la meditación, porque no duermo, tengo problemas de insomnio y, aparentemente, resulta de gran ayuda. Tengo que intentarlo. Pero no soy muy buena en la automanipulación. Me encanta sentirme abrumada, porque siempre nacen cosas buenas de esa situación. Estar relajada todo el tiempo no es la mejor forma de ser creativa.

A este respecto, en los últimos tiempos has alternado las superproducciones en Hollywood con el cine europeo de arte y ensayo, ¿alimenta más tu creatividad el cine del Viejo Continente?
Kristen: No tengo un plan diseñado de antemano. El punto de inflexión fue rodar 'On the Road' (Walter Salles, 2012), porque fue entonces cuando conocí al productor Charles Gilbert. En él he encontrado a mi hermano mayor en este oficio. Me ha brindado oportunidades de trabajo increíbles, me presentó a Olivier [Assayas] y fue mi primer escalón a la noción de que el cine consiste en asumir riesgos. Charles compara su motivación para hacer películas con la primera vez que el hombre pisó la Luna, un lugar desconocido, peligroso... Esa es la razón de ser del cine en Europa. La industria en EEUU, en cambio, rechaza comprometerse con proyectos que no tienen la garantía de ser un éxito inmediato, siempre hay unas expectativas, y yo prefiero sentirme insegura. Es la posición desde la que deseo explorar mi carrera.

¿Te sientes menos observada en Europa?
Kristen: Socialmente sí, la gente normal se interesa poco en querer saber quién soy. Pero los paparazzi son en ocasiones peores, porque no hay tanta presencia de celebrities en París y Londres como pueda suceder en Los Ángeles y Nueva York, de modo que cuando reparan en mí son más feroces.

¿Todavía puedes ir a algún sitio en el que pases desapercibida?
Kristen: En Los Ángeles, literalmente, todo el mundo está mirando por encima del hombro por si ve a alguien conocido, pero en Nueva York la gente se mueve demasiado deprisa como para reparar en ti o, si lo hace, está más preocupada por resolver lo que se trae entre manos. Es diferente en cada ciudad, aunque todavía no he encontrado el lugar donde pasar inadvertida.

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